Principios técnicos del coche eléctrico

Fundamentos básicos del motor eléctrico 

Un motor eléctrico necesita una fuente de energía para alimentase, en un coche eléctrico esta fuente es la batería que a su vez recibe la energía de un cargador externo y del sistema de frenado regenerativo. Las distintas opciones de carga incluyen desde un enchufe doméstico y un cargador de pared, hasta un punto público de carga.
Cómo funciona un motor eléctrico

El motor de un coche eléctrico convierte la energía de la batería en energía mecánica. Su funcionamiento se basa en el principio básico del magnetismo: las cargas de igual signo se repelen y las de signo contrario se atraen. Al pasar la corriente por unas bobinas (estator) se crea una carga magnética que interactúa con los polos del electroimán integrado en un eje central (rotor) y provoca que éste gire.

 

La polaridad de la carga en las bobinas cambia según la dirección en la que fluye la corriente eléctrica, al cambiar la dirección cada media vuelta el rotor permanece en continuo  movimiento. Este movimiento se transfiere a las ruedas y varía de velocidad según la frecuencia de la corriente.

 
Electrizante dinamismo
Alta eficiencia, bajos costes operativos, cero emisiones: existen muchos argumentos racionales a favor de un Opel eléctrico. Y también emocionales, pues a diferencia de un motor de combustión que necesita alcanzar determinadas revoluciones para entregar su par máximo, un motor eléctrico lo ofrece de modo instantáneo y constante. El resultado es una respuesta inmediata con un empuje continuo y rápida aceleración. Puro placer de conducir en una forma totalmente nueva. 
Alta eficiencia
La proporción de la energía generada que es aprovechada se llama eficiencia. Y quizá la mayor ventaja de un motor eléctrico es su alta eficiencia. En un motor de combustión hasta un tercio de la energía generada se desperdicia en forma de calor, en cambio en un motor eléctrico aprox. el 95% de la energía se utiliza en la rotación de las ruedas. 

El motor eléctrico al detalle

El grupo propulsor de un coche eléctrico 
Los motores eléctricos entregan su máximo par a cualquier régimen de giro, por tanto, no necesitan una caja de cambios con distintas relaciones. En teoría, bastaría vincular directamente el motor al eje de transmisión. Sin embargo, en la práctica se utiliza un engranaje reductor con una relación aproximada de 10:1, es decir, diez giros del motor se transforman en un giro en el eje de transmisión. La conducción es similar a la ofrecida por un cambio automático, todo lo que tienes que hacer es seleccionar la posición "D" de la transmisión y disfrutar de un emocionante dinamismo. 
El motor de un coche eléctrico 

El motor de un automóvil eléctrico consta de dos electroimanes: el estator y el rotor central. El paso de la corriente continua por el estator genera un campo magnético de polaridad variable, en tanto que el rotor produce su campo magnético con corriente alterna. Estos dos electroimanes se atraen y se repelen alternativamente provocando el giro del rotor. 

 

El estator está construido con hierro dulce y para evitar corrientes parásitas en su campo magnético, generalmente se lamina con varias capas metálicas superpuestas y aisladas entre sí. Los coches eléctricos utilizan un motor de corriente alterna de tipo síncrono, es decir, que 'sincroniza' su velocidad de rotación con la frecuencia de la corriente.

 
El inversor eléctrico 
El inversor o convertidor del sistema de frenado regenerativo tiene la tarea de convertir la corriente alterna (AC) trifásica procedente del motor en corriente continua (CD) para cargar la batería al frenar o decelerar. Por el contrario, para alimentar el motor eléctrico, la corriente continua (CD) de la batería se convierte en corriente alterna (AC) trifásica. 
La batería del coche eléctrico
La batería de un coche eléctrico consta de varios módulos de celdas. Cuantos más módulos tenga mayor es su capacidad para almacenar energía y mayor es la autonomía. Las baterías actuales tienen un diseño de "celdas de bolsa" similar al de las baterías de los teléfonos móviles. Además de esta batería de alto voltaje dedicada a la tracción, también se conserva la batería de 12 V dedicada a alimentar los dispositivos eléctricos. 
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Tu coche eléctrico ideal
¿Totalmente eléctrico (BEV) o híbrido enchufable (PHEV)? En Opel disponemos de una amplia gama de vehículos electrificados y queremos que estés informado y conozcas las diferencias. Después podrás decidir cuál es el más adecuado para ti. Por supuesto, puedes contar con nuestra orientación, pero antes aquí tienes las claves más importantes. 
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Información de interés sobre los coches eléctricos

Claves del motor eléctrico

Un motor eléctrico convierte la corriente eléctrica en energía mecánica, y lo hace de modo mucho más eficiente que un motor de combustión interna. En un híbrido enchufable como el Opel Grandland, el motor eléctrico puede impulsar por si solo al vehículo o apoyar al motor de combustión para reducir el consumo de combustible y las emisiones.

 

En comparación con el de combustión, el motor eléctrico tiene un diseño mucho más simple y liviano, con muchas menos piezas móviles sometidas a desgaste. A grandes rasgos, las interacciones entre campos magnéticos de polaridad variable son las generadoras del movimiento de rotación del motor que es transmitido a las ruedas.

Tipos de coches eléctricos

Los vehículos eléctricos cubren un amplio abanico técnico, la lista incluye desde los 100% eléctricos (BEV) hasta los híbridos puros (HEV) e híbridos enchufables (PHEV). 

 

En los híbridos puros (HEV) la batería se carga con la energía cinética recuperada, no con un cargador externo como ocurre con los híbridos enchufables (PHEV).

Los  Eléctricos con Autonomía Extendida (E-REV) que disponen de un pequeño motor de combustión auxiliar cuyo único fin es recargar la batería. 

 

Todos los Opel eléctricos tienen una batería de iones de litio de última generación que aporta mayor capacidad de carga con un menor peso y volumen.

Ventajas de la e-movilidad

Un coche eléctrico circula con cero emisiones, tiene un menor coste por kilómetro y su mantenimiento también es más económico. Además, su silencioso dinamismo asegura una conducción más confortable y divertida. Experimentarás una dimensión de conducción completamente nueva.

¿Por qué un coche eléctrico es más económico a largo plazo? 

Menores costes operativos, beneficios fiscales y subvenciones para la compra o leasing... realmente cambiar a la e-movilidad es rentable. Por ejemplo, los costes de mantenimiento y reparación son significativamente más bajos que los de un coche de combustión, pues los vehículos totalmente eléctricos tienen menos componentes móviles sometidos a desgaste.

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